Imagen cedida por Rollingstone.es
A
principios del siglo XX la música experimentó lo que ha sido hasta ahora la
mayor revolución de este arte. La
electrificación de los instrumentos. La transformación de estilos, la
aparición de otros y el descubrimiento de sonidos hasta entonces inéditos fueron
sus grandes aportes a la humanidad. Muchos géneros musicales siguen apareciendo
aún hoy gracias a ella, pues el provecho de dicho hallazgo es casi infinito; sin
embargo nos encontramos en la actualidad con un nuevo salto en la concepción de
la música, que si a priori parece que no será tan revolucionario como el de la
electricidad (pues sin ella no existiría), sin duda dará que hablar.
Se trata
de la fusión entre la música y los nuevos soportes electrónicos (Ordenadores,
móviles, Tablets…). Supongo que bastantes de vosotros os preguntaréis qué
pueden aportar las nuevas tecnologías a este campo. Pues, aparte de muchas otras
cosas, la que será su principal y más interesante contribución es la
interactuación con la obra del artista. La primera vez que oí de esto fue con
la aplicación para Iphone y Ipad “Central Park(Listen to the light)”, creado
por el dúo musical BlueBrain. Ésta convierte un paseo cualquiera por el célebre
parque neoyorquino en una experiencia musical, donde las melodías varían según
los lugares que visites y el recorrido que hagas. La idea me pareció fascinante,
y quise conocer más sobre este nuevo fenómeno. Descubrí entonces que eran
muchos los artistas que habían desarrollado proyectos similares. Por ejemplo,
una leyenda viva como es Philip Glass sacó una aplicación para Apple llamada “ PHILIP GLASS_REWORK”, que permite al usuario
común jugar con sus composiciones y modificarlas. Buceando en el asunto encontré algunas otras menos interesantes pero también aprovechables como “Equalizer”
o “AudioManager”.
Sin embargo, y
como siempre, todo esto tenía que tener una pega, pues descubrí también que
existe un gran número de aplicaciones cuya función es crear música. Aplicaciones
como “Music Maker Jam”, “Edjing” o “GrooveMixer – Music Beat Maker”, que hacen
del mayor pardillo musical un “compositor” decente. Me frustró pensar que el
proceso de composición original se vea sustituido por programas informáticos, y
que la inspiración pierda su valor ante estos nuevos códigos musicales. Las
nuevas tecnologías pueden marcar un antes y un después en la actitud del oyente
en la música, sin embargo espero que se aprovechen estas nuevas oportunidades en
lugar de sustituir el arte por la informática.
Ángel Plasencia Martínez
Cierto es, la música es arte y este arte cada vez es más accesible. Esto es un arma de doble filo ya que como mismo se crean cosas dignas de clasificar como basura, también se sigue contribuyendo al arte musical. Son numerosos los ejemplos de cantantes o músicos que han conseguido ser reconocidos en ese mundillo por aprovecharse de las ventajas de las nuevas tecnologías; ya sea por utilizar YouTube como medio para darse a conocer o por poder componer sus canciones con bases que ofrecen las aplicaciones que has mencionado sin necesidad de tener un grupo musical.
ResponderEliminarEstoy muy de acuerdo contigo, ya que es cierto que gente sin conocimientos es capaz de crear música reconocida, mientras que gente que sabe mucho más y tiene años de estudio, puede que no lleguen a vivir de lo que a ellos más les gusta, de la música.
ResponderEliminarSin embargo, por otro lado, considero que hay personas que se sientan realizadas o satisfechas por haber hecho algo que jamás han tenido oportunidad de hacer, una composición musical